Acuerdo comercial entre el Reino Unido y Estados Unidos e impuesto sobre los servicios digitales: Claves para las empresas tecnológicas y futuras negociaciones

El 8 de mayo de 2025, el Reino Unido y Estados Unidos firmaron un acuerdo comercial que incluye cambios en los aranceles a la exportación y la importación en diversos sectores, como el acero, el aluminio, la fabricación de automóviles y la agricultura. El acuerdo, firmado por el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, fue el primer acuerdo comercial que firmaron tras la imposición de aranceles globales.

La importancia del acuerdo para la industria digital

El acuerdo "histórico" o "rompedor", tal y como lo presentaron el presidente estadounidense y el primer ministro británico, se dirige principalmente a tres industrias: la automovilística, la agrícola y la aeroespacial. Según los términos acordados, el Reino Unido reducirá los aranceles medios sobre los productos estadounidenses al 1,8% desde el 5,1% actual. El acuerdo debería aumentar el comercio entre ambos países y mantener el arancel estadounidense del 10% sobre los productos británicos.

El acuerdo, muy esperado por las empresas del sector tecnológico y de servicios, no menciona el impuesto británico del 2% sobre los servicios digitales, que afecta principalmente a las empresas tecnológicas estadounidenses. No obstante, los Gobiernos británico y estadounidense mantienen conversaciones sobre este impuesto, que aporta cerca de 800 millones de libras anuales al presupuesto británico.

Teniendo en cuenta que el DST es uno de los motivos de la imposición de aranceles estadounidenses, cabe esperar que las siguientes rondas de negociación entre ambos países incluyan una petición de reestructuración del DST británico aplicable a las empresas estadounidenses.

Conclusión

Teniendo en cuenta que el Presidente de EE.UU. se opone frontalmente al DST y lo considera un impuesto diseñado para perjudicar a las empresas estadounidenses, el hecho de que no formara parte del Acuerdo Comercial fue una sorpresa. Sin embargo, aunque no formara parte del acuerdo, los sujetos pasivos que operan en el sector tecnológico deberían estar atentos a los futuros anuncios de ambos Gobiernos, ya que se espera que el DST forme parte de futuras negociaciones.

Hasta que se renegocien las normas aplicables y se anuncien cambios, las empresas tecnológicas estadounidenses deben declarar y pagar un 2% de DST sobre los ingresos que obtienen en el Reino Unido.

Fuente: La Casa Blanca, Reuters, Grant Thornton